Memoria Gráfica: Definición, función y requisitos para tu equipo

La memoria gráfica o VRAM (Video Random-Access Memory) es un componente esencial tanto en tarjetas gráficas dedicadas como en GPUs integradas. Su función principal es almacenar y suministrar al instante los datos visuales que necesita la GPU para renderizar imágenes, vídeos y efectos en pantalla. A diferencia de la memoria RAM del sistema, la VRAM está optimizada para trabajar a altas velocidades y soportar anchos de bus mucho más amplios, lo que permite manejar texturas y escenas complejas sin provocar cuellos de botella. Al final de la lista os dejaremos las 3 mejores recomendaciones de tarjetas gráficas con los enlaces a la web de Amazon para que encontréis los mejores precios.
Integrada vs. Dedicada: ¿Dónde reside la diferencia?

En las GPUs integradas, como las que incluyen muchos procesadores de gama media o baja, la VRAM suele ser muy limitada: entre 128 MB y 512 MB en el mejor de los casos. Cuando una aplicación exige más, la GPU recurre a la RAM del sistema, que es considerablemente más lenta y reduce la memoria disponible para otras tareas. Por ejemplo, en un equipo con 8 GB de RAM, si la GPU integrada “toma” 2 GB, el sistema sólo puede usar 6 GB para todo lo demás.
Por su parte, las tarjetas dedicadas llevan su propia VRAM —actualmente al menos 4 GB de GDDR6 en modelos de entrada— y, gracias a buses de 64, 128 o 192 bits, pueden ofrecer un ancho de banda elevado sin afectar a la memoria del sistema. Esto se traduce en rendimiento superior en juegos y aplicaciones profesionales, ya que la GPU accede a sus datos con latencia mínima y sin competir por recursos con la CPU.
Velocidad y ancho de banda: La clave del rendimiento
La VRAM se comunica con la GPU a través de un bus de datos cuyo ancho puede oscilar entre 64 y 512 bits, y sus módulos de memoria alcanzan frecuencias muy superiores a las de la RAM tradicional. Por ejemplo:
- Un kit de DDR4 en doble canal usa un bus de 128 bits y funciona a 3.200 Mbps.
- Una tarjeta de gama media-alta como la GeForce RTX 4070 emplea un bus de 192 bits y memorias GDDR6X a 21.000 Mbps, logrando un ancho de banda muy superior.
Este incremento en velocidad y amplitud de bus evita que la GPU se quede esperando datos al trabajar con texturas de gran tamaño, resoluciones elevadas o efectos avanzados como el trazado de rayos. En términos prácticos, es el equivalente a comparar una autopista de varios carriles (VRAM) con una carretera rural (RAM del sistema): cuanto más ancha y rápida sea la “autopista”, más fluido será el tráfico de datos.
Cómo trabaja la VRAM y por qué es esencial

La memoria gráfica no solo almacena texturas, buffers y sombras, sino que también colabora con la memoria del sistema para gestionar interfaces de usuario, contenido multimedia y el propio sistema operativo. Una analogía útil es decir que la VRAM es a la GPU lo que la RAM es a la CPU: ambas son sus almacenes de trabajo inmediatos y requieren velocidad y ancho de banda para rendir al máximo.
En GPUs dedicadas, la jerarquía de caché dentro del chip (L1, L2, L3) complementa a la VRAM, pero siempre se necesita una cantidad suficiente de VRAM para evitar que la GPU tenga que “descolgar” texturas o datos a la RAM del sistema, algo que provocaría pérdida de rendimiento, parpadeos y popping de texturas.
¿Cuánta VRAM necesitas? Guía según resolución y uso

La cantidad de VRAM necesaria varía según el tipo de tareas y la resolución de pantalla:
- Uso básico y multimedia
- GPU integrada + 8 GB de RAM: suficiente para ofimática, navegación y vídeo en alta definición.
- Gaming en 1080p
- Mínimo 4 GB de GDDR5 para juegos ligeros o antiguos.
- Ideal 6–8 GB de GDDR6 para jugar sin comprometer demasiada calidad.
- Gaming en 1440p
- Al menos 8 GB de GDDR6, aunque 12 GB brindan mayor margen y permiten texturas más pesadas.
- Gaming en 4K y trazado de rayos
- Recomendable 12–16 GB de GDDR6, especialmente si activas ray tracing y multigeneración de fotogramas.
Es importante distinguir entre consumo real (la VRAM que efectivamente usa el juego) y ocupación preventiva, donde el software “reserva” bloques adicionales para mejorar el rendimiento si fuera necesario. Por ejemplo, títulos antiguos como DOOM 2016 consumen unos 3 GB de VRAM en 1080p con calidad máxima, mientras que DOOM Eternal puede llegar a usar 6,7 GB en ultrapesadilla. Juegos mal optimizados pueden disparar sus requisitos hasta 8 GB o más en 1080p, aunque suelen ser excepciones.
Consecuencias de no contar con suficiente VRAM

Si la VRAM disponible es inferior a la que requiere el juego o aplicación:
- Se producen caídas de frames y tirones ocasionales.
- Aparecen artefactos: texturas tardan en cargarse o parpadean.
- Surgen popping de elementos completos, afectando la inmersión.
- Aunque se suban los ajustes al máximo, la calidad se verá forzosamente reducida por falta de espacio.
Para mitigar estos problemas, conviene bajar la calidad de texturas, filtrado y resolución o recurrir a tecnologías de reescalado (DLSS, FSR, XeSS), que reducen el consumo de VRAM al renderizar a menor resolución interna.
En resumen…

- VRAM dedicada evita el uso de RAM del sistema, ofreciendo mayor ancho de banda y rendimiento.
- La velocidad de la VRAM (MHz y tipo GDDR vs. DDR) es tan vital como su capacidad.
- El consumo de VRAM crece con la resolución, el trazado de rayos y el tamaño de texturas.
- Para 1080p: 6–8 GB de GDDR6. Para 1440p: 8–12 GB. Para 4K/RT: 12–16 GB.
- Si falta VRAM, baja calidad de texturas y activa reescalado para mantener la fluidez.
En definitiva, la memoria gráfica es un pilar fundamental que garantiza que juegos y aplicaciones profesionales funcionen con fluidez, detalle y sin interrupciones, y debe seleccionarse en función de tus necesidades gráficas y la resolución a la que juegues o trabajes.
Recomendaciones finales
🔹 Para jugar a 1080p (Full HD) – Máxima calidad/precio
📌 Recomendación: AMD Radeon RX 7600
- Precio: ~250-280€
- Rendimiento: 60+ FPS en ultra (juegos actuales)
- Ventajas:
- Soporta FSR 3 y Frame Generation.
- 8GB GDDR6 (suficiente para 1080p).
- Consumo eficiente (165W).
- Alternativa: NVIDIA RTX 4060, mejor para DLSS 3 pero más cara.
🔹 1440p (QHD) – Equilibrio perfecto
📌 Recomendación: NVIDIA RTX 4070 Super
- Precio: ~600-670€
- Rendimiento: 80+ FPS en ultra (con DLSS 3).
- Ventajas:
- 12GB GDDR6X (ideal para texturas en QHD).
- DLSS 3 y Ray Tracing eficiente.
- Mejor futuro por arquitectura Ada.
- Alternativa: AMD RX 7800 XT, más VRAM (16GB) pero sin DLSS.
🔹 4K (Ultra HD) – Alto rendimiento sin excesos
📌 Recomendación: NVIDIA RTX 5080
- Precio: ~1100-1500€
- Rendimiento: 60+ FPS en 4K nativo (120+ con DLSS).
- Ventajas:
- 16GB GDDR6X (evita cuellos de botella).
- DLSS 3.5 y Path Tracing (para juegos como Cyberpunk).
- Eficiencia térmica.
- Alternativa: AMD RX 7900 XTX, más VRAM (24GB) pero sin DLSS.