RAM y SSD por las nubes, así te afecta la guerra por la memoria para IA y si conviene comprar ahora

La llamada “crisis de la memoria RAM” ya es una realidad para cualquiera que esté pensando en montar o actualizar su PC en 2025. Lo que hace solo unos meses parecía una oportunidad perfecta para comprar DDR4 y DDR5 baratas, se ha convertido en un escenario de precios al alza, falta de stock y mucha incertidumbre. El motivo no es solo “la inflación” o “que todo sube”, sino un cambio brutal en el mercado provocado por la demanda de IA, centros de datos y servidores que están absorbiendo gran parte de la producción de memoria del mundo. Mientras los fabricantes priorizan módulos de alto margen como HBM y memoria para servidores, el usuario doméstico se queda compitiendo por las sobras… pagando cada vez más. Si estás pensando en comprar RAM, SSD o montar un nuevo equipo, es clave entender qué está pasando, qué componentes están en riesgo y si conviene comprar ahora o esperar.
Qué está sucediendo y por qué
Los precios de la DRAM han subido de forma histórica, con aumentos de más del 150%–170% interanual en algunos contratos, impulsados por la fiebre de la inteligencia artificial y los grandes centros de datos. Grandes jugadores como Samsung, SK Hynix o Micron han reducido producción de memorias antiguas (como DDR4) y han redirigido fábricas hacia DDR5, HBM y soluciones específicas para IA, donde el margen es mucho mayor.
A esto se suma que muchos clientes empresariales están reservando capacidad de producción a años vista, dejando poco margen de maniobra para el mercado de consumo. El resultado es un desequilibrio brutal entre oferta y demanda que dispara precios y acorta el stock disponible para usuarios de PC, portátiles y gaming.
Qué componentes están siendo más afectados

No solo se ha encarecido la RAM de PC, el efecto arrastre está golpeando a casi todo lo relacionado con memoria. Entre los componentes más afectados destacan:
- Módulos de RAM DDR5 para PC de escritorio y portátiles gaming, cuyos precios están subiendo y podrían incluso duplicarse de aquí a 2026 si la tendencia continúa.
- Memoria DDR4, que aunque es tecnología “antigua”, se ha encarecido porque varios fabricantes han recortado seriamente su producción, creando una especie de “última ola” de stock a precios altos.
- SSD y NAND flash, donde el mismo fenómeno de priorización y alta demanda en servidores está elevando los precios de unidades NVMe y SATA, especialmente en capacidades de 512 GB y 1 TB.
Incluso se empieza a hablar de posibles subidas indirectas en tarjetas gráficas, ya que muchas dependen de memorias avanzadas que también están entrando en este “cuello de botella”.
Qué puede pasar a partir de ahora
Los analistas hablan de un auténtico “bull market” de la memoria, con previsiones de subidas adicionales de entre un 30% y un 50% hasta bien entrado 2026 si no entra nueva capacidad de producción o se enfría la demanda de IA. Con grandes contratos ya firmados para 2026 y fabricantes encantados con los márgenes actuales, no parece que la situación vaya a normalizarse a corto plazo.
Solo escenarios como una frenada de inversión en IA, un exceso de capacidad futura o una caída fuerte del consumo podrían aliviar los precios, pero por ahora los informes del sector apuntan justo en la dirección contraria: más demanda, más pedidos y plazos de entrega cada vez más largos.
¿Conviene comprar RAM ahora o esperar?

La pregunta clave: ¿comprar ahora o esperar a que bajen los precios? En el contexto actual, la mayoría de expertos coincide en que no es buen momento para especular con una bajada cercana. Si necesitas RAM o almacenamiento para trabajar, jugar o montar un PC en los próximos meses, lo más sensato es:
- Comprar ahora lo que realmente necesitas, sin sobredimensionar por capricho, pero evitando quedarte corto.
- Priorizar kits de 32 GB DDR5 o DDR4 de buena calidad, según tu plataforma, antes de que los precios den otro salto.
Esperar solo tiene sentido si tu compra es totalmente opcional y puedes vivir con tu equipo actual durante un buen tiempo, pero incluso entonces no hay garantías de que veas una caída de precios significativa a corto plazo. En otras palabras: si tu proyecto depende de ello, es mejor asegurar ahora que lamentar después en plena subida de la crisis de la memoria RAM
